Hoy se conmemora El Día Mundial de la Luz, una efeméride en la que todos y cada uno de nosotros podemos aportar nuestro grano de arena en el cuidado del medioambiente.
Esta jornada de gran valor para el planeta, en el que se nos ofrece la posibilidad de contribuir al avance del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se originó en 2015 después de la celebración del Año Internacional de la Luz y las Tecnologías Basadas en la Luz que organizó la Unesco.
Y lo hizo con el objetivo de conocer la importancia de los aportes de la luz para el desarrollo en todos los campos y facetas de la vida de los seres humanos.
La luz es la fuente de energía y para celebrar esta jornada, todos podemos concienciarnos de su importancia en nuestro día a día y, sobre todo, en estos tiempos en los que el planeta necesita mayor sensibilización en el cuidado y la conservación de los recursos naturales esenciales para la vida.
Os animamos (así lo estamos haciendo en MAT 😉 a aprovechar esta cita para empezar a cuidar y a racionar el uso de la luz. Para valorar más la luz natural en lugar de la artificial y lograr entre todos un mundo más sostenible.
La luz solar es una fuente de energía renovable, un gran aliado natural e inagotable. El autoconsumo solar permite obtener electricidad de manera limpia y ecológica, reduciendo el uso de combustibles fósiles y las emisiones contaminantes. De ahí que el sector fotovoltaico mundial haya experimentado un crecimiento medio superior al 40% durante los últimos ocho años, según la ONU.
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