Cada 16 de septiembre, desde hace casi cuatro décadas, se celebra esta efeméride que todos deberíamos marcarnos en el calendario, en la que se pretende concienciar a la población de la importancia de cuidar la capa de ozono.
Fue en la década de los 80 cuando los científicos dieron la voz de alarma al comprobar que los clorofluorocarbonos (CFCs), unas sustancias que se utilizaban en la industria de la refrigeración, y los propelentes (aerosoles) estaban afectando a la capa de ozono. Para frenar la expansión de estos componentes, la Asamblea de Naciones Unidas formalizó el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, en 1985. Dos años después, suscribió el Protocolo de Montreal, el cual comprometió a varios estados a controlar la producción y el consumo de sustancias que impactan en el ozono.
Según la ONU, se ha ha permitido recuperar la capa de ozono entre un 1% y 3% por década desde el año 2000 y se espera que en 2030 la reparación en el hemisferio norte sea total.
Para alcanzar este gran reto, además de acabar con el uso de aerosoles dañinos, los expertos apuntan a la reducción global de las emisiones de dióxido de carbono. En este sentido, las energías renovables, en especial la fotovoltaica, juegan un papel clave en la recuperación definitiva de la capa de ozono.
Justamente hace un año, decidimos poner en marcha la Comunidad Energética de Horno de Alcedo, una iniciativa para avanzar en nuestro compromiso de reducir la huella de carbono y contribuir a un futuro más limpio y sostenible. Con la instalación de la planta fotovoltaica de 120 KWp en módulos, se generarán, aproximadamente, 100 kW de energía limpia.
Esta comunidad, destinada a fomentar las energías renovables, es un claro avance hacia una cultura de menor dependencia de combustibles fósiles y más eficiente y justa.
Porque en MAT creemos firmemente en la responsabilidad corporativa y en la adopción de prácticas empresariales sostenibles.
Nos gustaría acabar este artículo recordando qué es exactamente la capa de ozono y por qué es tan importante protegerla.
Según la definición de la ONU, es un escudo de gas que protege a la Tierra de los rayos ultravioleta provenientes del sol, los mismos que son nocivos para las diversas formas de vida en el planeta. El ozono que se encuentra en la estratosfera es vital, porque su función es absorber parte de la radiación ultravioleta del sol que es biológicamente dañina para la vida.
¡Cuidemos la capa de ozono entre todos!